Son las 6 de la mañana. Sara ya se ha despertado incluso antes de que le sonara su despertador, como siempre a las 6 y media. Se levanta, ya que no puede dormir más, esta nerviosa, piensa en todas las cosas que pasaran ahora, como será su relación con Raúl, cuando lo verá, desde hace unos días siente un cosquilleo en su barriga, un cosquilleo que nunca había experimentado. Va al baño y se mira al espejo. Tiene los pelos despeinados, sus rizos descolocados. Vuelve a su cuarto, coge la ropa y vuelve al baño. Se desnuda lentamente intentando no hacer ruido, ya que su hermana pequeña aun duerme y sus padres están preparándose. Se mete en la bañera, abre el grifo, agua tibia. No puedo creerme que me tenga que bañar con el agua asi-piensa Sara. A ella solo le gusta bañarse con agua caliente. Pero se da cuenta de que tal vez el termo se haya apagado. Sale de la bañera, se enrolla en la toalla y baja las escaleras.
-Buenos días Mamá, el agua no sale caliente, ¿se ha apagado el termo?
-Buenos días cariño, creo que nos hemos quedado sin gas, tendrás que bañarte con el agua así.
-¿pero como me voy a bañar con el agua asi?
- Aún esta tibia, no es que te vayas a bañar con agua totalmente fría, venga deja de quejarte y vete a bañarte.
Sara sube las escaleras, llega al baño y se vuelve a meter en la bañera. No hay otra opción, tiene que bañarse con el agua asi, mirándolo bien, mejor tibia que fría. Mientras se baña sigue pensando en todo lo que paso el dia anterior. Se siente bien pero hay algo que no la hace feliz del todo, no sabe el qué. Tal vez el pensar que todo esto se pueda acabar, o tal vez pensar que lo va a dejar de querer. Termina de bañarse, sale de la bañera y empieza a secarse. Se viste. Hoy ha elegido ponerse unos pantalones cortos, un suéter negro que pone “ I love París”, una camisa negra de asillas y sus all star negras. Se peina el pelo con suavidad y mira la hora. Las 7 menos cuarto, aún tiene tiempo de sobra para arreglarse, hoy saldrá de casa más temprano. Termina de peinarse y se dirige a su cuarto. Coge el Ipod y los cascos y se los coloca por dentro del suéter, pero sin ponérselos. Va al cuarto de su hermana y empieza a despertarla. La niña que aún tiene mucho sueño la mira y le da la espalda. Sara se rie y sigue despertándola.
-Venga Moni, que tienes que arreglarte para ir a clase.
-Jo que tengo sueño.
-Y yo también, pero tenemos que ir a clase, además le tienes que dar de comer al pececito o si no se te morirá.
La niña da un salto y se queda sentada en la cama. Sara sabia que diciéndole eso la niña se iba a levantar.
-Es verdad, mi pececito, se morirá de hambre si no le doy de comer.
-Pero primero vete al baño a lavarte la cara, luego le das de comer.
Mónica, como de costumbre, hace caso a su hermana, se lava la cara y los dientes y vuelve a su cuarto, coge la comida de su pececito y le da de comer, luego mira a Sara como diciendo: “ Ya le he dado de comer, soy responsable” y entonces Sara vuelve a reírse.
-Venga princesa, a vestirse.
-Hoy me quiero vestir como tú.
-¿Te vas a poner pantalones cortos?
-Si, pero con unas medias, sino me dará frío.
Sara ayuda a su hermana a buscar la ropa, recuerda que su hermana también tiene unas all star negras y un suéter muy similar al de ella, se lo compraron juntas, solo que el de su hermana pone “ I love NY”. La niña va al espejo del baño. Sara va tras ella.
-¿ves?, soy igual que tú.
-Jajaja ay enana, tú eres más guapa.
-Eso no es verdad.
-Sí que lo es.
-Bueno, bueno, las dos iguales.
-Bueno vale jajaja. Venga vamos a desayunar.
Las dos bajan las escaleras, Mónica va delante, orgullosa de la ropa que lleva ese día y orgullosa de ir como su hermana. Su madre las ve aparecer y les sonríe.
-Por lo visto hoy se han puesto de acuerdo para ir iguales ¿no?
-Si mamá, ¿a que estamos guapas?-dice la niña.
-Claro que si cariño, venga a desayunar.
Todos se sientan en la mesa de la cocina, menos su padre que come rápido porque se le está haciendo tarde para ir a trabajar. Las chicas comen despacio, todavía les queda tiempo. Su madre se levanta rápido y empieza a fregar la losa. El padre apurado mirando el reloj se despide de las tres y sale a prisa de su casa. Cuando acaban de desayunar suben al baño a lavarse los dientes, luego cogen las cosas de clase y vuelven a bajar a la cocina donde se encuentra su madre secando la losa.
-Bueno mamá nosotras nos vamos ya.
-¿hoy llevas tú a tu hermana?
-Sí, es temprano y me dará tiempo para llegar a clase, si quieres la voy a recoger para que no salgas del trabajo con prisas para volver a entrar.
- Está bien, gracias hija, la verdad es que hoy no me iba a dar tiempo de salir a buscarla tengo que estar hasta más tarde, asi que comerán solas. La comida está en la nevera solo tienen que calentársela luego recoge la cocina pero que tu hermana te ayude.
-Vale mamá, nos vamos ya, hasta después.
Las dos se despiden de su madre y con las cosas ya listas salen de su casa. Comienzan a caminar y Sara oye a alguien que la llama.
-Sara, Sara.
Ella se da la vuelta y comprueba que es él. Es Aitor. Sin saber porque Sara se ha puesto nerviosa desde que oyó su voz. El chico con una sonrisa en la cara la mira y va hacia ella para saludarla. Sara le dice que tiene prisa que ya se verían otro día con más tranquilidad para seguir hablando. Entonces cada uno se va por su lado. Sara va a casa de Paula para ir las dos juntas a llevar a su hermana al colegio.
-¿ A dónde vamos? El colegio está por allí- pregunta Mónica
-Ya lo sé, vamos a ir a buscar a Paula para no ir yo sola después.
-Ah vale.
Llegan a casa de Paula. Sara toca en el portero y sale Paula.
-¿quién es?
-Soy Sara, ¿ya estás arreglada?
- Si ya bajo, ¿vienes con alguien?
-Sí, estoy con mi hermana que tengo que llevarla al colegio.
-Vale pues cojo las cosas y bajo, hasta ahora-Y cuelga.
En menos de dos minutos Paula está en el portón.
-Hola, ¿por qué vienes hoy tan temprano?
- Pues porque no podía dormir y me arregle antes y aprovecho para llevar a mi hermana al colegio.
-¿Y por qué no podías dormir?
- Ya te contaré.
-Vale.
Guardan silencio el resto del camino hacia el colegio. Dejan a la niña con sus amigas y esperan a que entre en clase para poder irse. Empiezan a caminar despidiendo a la niña con la mano.
-Bueno y¿ por qué no podías dormir?
- A ver.. te cuento.. ¿Tú te acuerdas que yo te había enseñado fotos con un niño súper bonito? De cuando éramos pequeños.. qué creo que tu lo llegaste a conocer.. qué se llama Aitor.
-Si me acuerdo jajajaja ¿Qué pasó?
-Bueno pues que ayer después de haber estado con Raúl, en el tranvía volviendo a mi casa, me vi a un chico que me miraba, y me hablo, y entonces empezamos a hablar y resulta que era él, Aitor y claro empezamos a hablar y ¿a que no sabes que me dijo?
-No, ¿Qué te dijo?
- Pues que se estaba mudando a una casa que queda a dos calles de la mía.
- Que fuerte te lo tendrás que ver todos los días ahora.
-Pues sí, hoy por ejemplo me lo vi y no sé me siento rara hablando con él, y lo agregue al tuenti y cuando le conté algo sobre Raúl me dio la sensación de que no le gustaba que le hablara de él no sé.. algo raro.
-Tal vez le sigas gustando después de tanto tiempo.
-No sé no lo creo, hace muchos años de eso.. se me haría un poco raro de creer..
- Ya, pero puede pasar.
- Ay no se, pero no quiero comerme la cabeza con esto, yo estoy muy bien con Raúl y quiero seguir igual.
-Pues despreocúpate entonces.
-Bueno.. y tu ¿Qué tal con Pablo?
-Pues bien.. no lo he visto pero hemos estado hablando por teléfono, hoy a lo mejor quedamos por la tarde ya sabes.. tarde de amor.
- Jajajajajaja pues yo hoy voy con mi hermana a comprarle un pececito.
-¿un pececito?
- Si un pececito, fue a una excursión y le regalaron uno y como está sólo le dije que le compraba uno para que le hiciera compañía.
- Sin duda además de ser la mejor amiga del mundo también eres la mejor hermana.
-Como tú.
- Si, sobre todo con mi hermano que nos pasamos el día peleando.
-Me refería a ser la mejor amiga…
-Ya lo sé, sólo era por oírte.
-Idiota.
-Lo sé
Y mientras Sara y Paula van felices a clase riendo entre ellas otros no están tan contentos.
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