Capitulo 3

Después de un rato hablando con su mejor amiga y Raúl, un nuevo amigo, ella se despidió de Raúl. Había quedado con Paula, Laura y Alba. Ellas eran sus mejores amigas, aunque la mejor de todas era Paula, pasaban largos momentos juntas y nunca habían tenido ningún problema entre ellas.

Sara terminó de vestirse y salió por la puerta
-Adiós papa, adiós mama, adiós Moni.
Se metió en el ascensor, bajó y salió del portal. Por el camino a casa de Paula, que era donde habían quedado, Sara se encontró con un chico al que le gustaba mucho y se dirigió hacia él para saludarlo.

-Hola Sergio!-Dijo dándole en beso
-Hola Sara.- dijo avergonzado.
-¿qué tal estas?
- Yo bien, que voy a ir a dar una vuelta ahora con unos amigos, me dirigía a casa de Pablo, ¿y tú?
-Yo bien también, ahora mismo iba a casa de Paula que también vamos a dar una vuelta.
-Bueno pues me voy ya que se me hace tarde, otro día hablamos guapa.
-Vale, adiós.

¿A que abra venido eso de guapa?-pensó Sara.
La verdad es que Sara siempre ha llamado la atención a todos los chicos de su clase y del instituto, eran pocos los que no se habían dirigido hacia ella para hablarle y hacerse amigos de ella o para ligar. Pero ella nunca había tenido nada serio con nadie, siempre decía que prefería estar con sus amigas siempre y que ya llegaría el chico indicado en el momento indicado.

Cada uno siguió por su camino. Y Sara mientras pensaba en Raúl, en que pasaría entre ellos, si llegarían a algo más que una amistad.. llegó a casa de Paula y toco en el timbre.
-¿Si?- dijo Susana, la madre de Paula.
-Hola Susana! Soy yo Sara, ¿me abres?
Susana sin contestar abrió la puerta y Sara le dio las gracias, una vez en la puerta de la casa entro, ya que la puerta estaba abierta.
-Saraa! Por fin llegas, pensé que te habías quedado hablando con Raúl- dijo Paula guiñándole un ojo.
- Que va! Me he encontrado a Sergio el del otro grupo y nos hemos saludado.
-Aah, bueno pasa, en mi cuarto están Alba y Laura.
-Bueno pues vamos.

-Hola chicas! ¿nos vamos ya o les falta algo?
- No, vamos.

Todas salieron de la habitación y se fueron, despidiéndose de la madre de Paula, en poco tiempo estuvieron donde habían decidido ir. Empezaron a entrar en las tiendas como de costumbre y dando voces por el camino, viendo ropa, alocándose por los tacones que tanto les gustaban… Acabaron cansadas y se sentaron en un banco a descansar un poco y a hablar. Salió el tema de Raúl y ellas hacían comentarios sobre el chico. “Tenían que verlo”, decían, no podemos hablar mucho de ese chico sin ni si quiera saber como es.

-Te aseguro que además de ser guapo, es amable, simpático, bromista.. vamos el chico perfecto.
-¡Que suerte chica! Y encima le gustas fijo.